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Leucemia mieloide aguda (AML)

¿Qué avances hay en las investigaciones de la leucemia mieloide aguda?

Los investigadores continúan estudiando las causas, el diagnóstico y tratamiento contra la leucemia mieloide aguda (AML) en munchos centros de atención médica, hospitales universitarios y otras instituciones similares alrededor del mundo.

ұéپ de la leucemia mieloide aguda

Los investigadores continúan logrando avances en la comprensión de cómo las células normales de la médula ósea pueden convertirse en células leucémicas. Se tiene certeza de que existen muchos tipos de AML. Cada uno de estos tipos de AML puede tener diferentes cambios genéticos que afectan la forma en que la leucemia progresará, así como cuáles tratamientos podrían ser más útiles. Los investigadores continúan estudiando cómo los cambios en el ADN que son específicos a cada uno de los diferentes tipos de AML pueden ayudarnos a comprender cómo tratar mejor la AML en cada persona.

Detección de enfermedad residual mínima

En los últimos años se han desarrollado pruebas altamente sensibles para detectar incluso la menor cantidad de leucemia después del tratamiento (conocido como enfermedad mínima residual o MRD), aun cuando quedan tan pocas células de leucemia que no se puedan encontrar mediante pruebas de rutina de la médula ósea.

La citometría de flujo multiparamétrica (MFC), la reacción en cadena de la polimerasa cuantitativa (qPCR) y la secuenciación de próxima generación (NGS) son pruebas que se pueden utilizar para identificar incluso cantidades muy pequeñas de células de AML en una muestra de biopsia. Estas pruebas son útiles para determinar cuán eficaz el tratamiento ha logrado eliminar por completo las células de la AML.

Hay estudios en curso para determinar el máximo provecho de los datos que se obtienen de estas pruebas. La presencia de una enfermedad residual mínima afecta el pronóstico de la persona, así como si se necesitaría de algún tratamiento adicional o de mayor intensidad.

Mejoras en el tratamiento contra la leucemia mieloide aguda

El tratamiento para la AML puede ser muy eficaz para algunas personas, pero no cura a todas, y a menudo puede causar efectos secundarios graves o incluso mortales. Actualmente se llevan a cabo estudios en busca de tratamientos más eficaces y más seguros para la AML. Los médicos están estudiando la mejor manera de secuenciar y combinar tratamientos para la leucemia mieloide aguda para combatir mejor la enfermedad.

Quimioterapia

La quimioterapia sigue siendo el principal tratamiento para la mayoría de los tipos de AML.

Los investigadores están buscando la combinación más eficaz de medicamentos de quimioterapia que limite el surgimiento de efectos secundarios indeseados. Esto es especialmente importante para las personas mayores que tal vez no puedan tolerar los efectos secundarios de los tratamientos actuales contra la leucemia mieloide aguda.

La eficacia de la quimioterapia puede estar limitada en algunos casos debido a que las células leucémicas se pueden volver resistentes a ella con el transcurso del tiempo. Ahora la investigación se enfoca en buscar maneras de prevenir o revertir esta resistencia usando otros medicamentos con la quimioterapia. También están evaluando combinar la quimioterapia con medicamentos más recientes para saber si esto podría funcionar mejor.

Trasplantes de células madre

Los científicos continúan refinando los trasplantes de células madre para tratar de aumentar su eficacia, reducir las complicaciones y determinar cuáles personas probablemente se beneficiarían con este tratamiento. En muchos estudios, se está tratando de determinar exactamente cuándo se podrían usar mejor los autotrasplantes, los alotrasplantes y los minitrasplantes.

Medicamentos de terapia dirigida

Los medicamentos de quimioterapia pueden ayudar a muchas personas con AML, pero estos medicamentos no siempre curan la enfermedad. Los medicamentos de terapia dirigida más recientes para específicamente combatir las células del AML con ciertas mutaciones genéticas son ahora una parte importante del tratamiento para algunas personas con AML. Estos medicamentos no funcionan de la misma manera que los medicamentos de quimioterapia convencionales. Algunos ejemplos son:

Inhibidores de FLT3: En algunas personas con AML, las células leucémicas tienen una mutación en el gen FLT3. Los medicamentos denominados inhibidores de FLT3, tienen como objetivo las células con este cambio genético. Los inhibidores de FLT3, como midostaurina (Rydapt), quizartinib (Vanflyta) y gilteritinib (Xospata), ahora están aprobados para tratar a personas cuyas células de AML tienen una mutación en el gen FLT3. También se están estudiando varios otros inhibidores de FLT3.

Inhibidores de IDH: En algunas personas con AML, las células de leucemia tienen una mutación en el gen IDH1 o IDH2 que impide que las células maduren correctamente. Los inhibidores de IDH pueden ayudar a las células de leucemia a madurar como células sanguíneas normales. Algunos de estos medicamentos, como el enasidenib (Idhifa), el olutasidenib (Rezlidhia) y el ivosidenib (Tibsovo), están aprobados para tratar la AML con ciertas mutaciones en el gen IDH . También se están estudiando varios otros inhibidores de IDH.

Inhibidores de BCL-2: Algunas personas con AML tienen células leucémicas que producen una gran cantidad de la proteína BCL-2. Las células leucémicas que con mucho contenido de proteína BCL-2 tienden a ser más difíciles de combatir con medicamentos de quimioterapia. Los inhibidores de BCL-2 impiden que la proteína BCL-2 funcione en las células cancerosas. El venetoclax (Venclexta) es un inhibidor de BCL-2 que ha sido aprobado para tratar la AML con mucho contenido de proteína BCL-2. También se están estudiando varios otros inhibidores de BCL-2.

Los investigadores también están buscando tipos más nuevos de medicamentos dirigidos para tratar la leucemia mieloide aguda.

Medicamentos de inmunoterapia

La inmunoterapia estimula el sistema inmunitario del cuerpo para ayudar a combatir o destruir las células cancerosas.

Anticuerpos biespecíficos: un anticuerpo biespecífico consiste de dos anticuerpos, cada uno de los cuales se une a un objetivo diferente. Una vez dentro del cuerpo, este tipo de fármaco puede actuar como vínculo para acercar dos tipos de células. Por lo general, un anticuerpo está diseñado para unirse a un objetivo de la célula leucémica, mientras que el otro está diseñado para unirse a un objetivo sobre células inmunitarias (por ejemplo, las células T). Cuando el anticuerpo biespecífico une la célula leucémica con la célula inmunitaria, el sistema inmunológico se alerta y comienza a combatir a las células leucémicas. Ahora se están estudiando varias vacunas contra la AML.

Conjugados de anticuerpos y medicamentos: Un ADC es un fármaco conformado por dos partes: un anticuerpo diseñado para unirse a una proteína de la superficie de las células cancerosas y una toxina destinada a combatir las células cancerosas. Al inyectar estos fármacos en el paciente, la parte del anticuerpo actúa como un dispositivo de búsqueda, llevando consigo la parte de la toxina para que surta su efecto directamente sobre las células cancerosas con el fin de combatirlas. Algunas de estas medicinas ya se están utilizando para tratar algunos tipos de cáncer, y en la actualidad también están siendo estudiados para su uso contra la AML.

Inhibidores de puestos de control inmunitarios: Una característica importante del sistema inmunitario es su capacidad de evitar que él mismo ataque a otras células normales en el cuerpo. Para hacer esto, el sistema inmunitario utiliza “puntos de control” para referirse a proteínas en las células inmunitarias que necesitan activarse (desactivarse) para iniciar una respuesta inmunitaria. En ocasiones, las células cancerosas usan estos puestos de control para evitar ser atacadas por el sistema inmunitario. Medicamentos llamados inhibidores de puntos de control inmunológico (ICIs) se dirigen a estas proteínas de punto de control. Ya se utilizan en muchos otros cánceres y ahora se está estudiando su uso en la AML, especialmente en combinación con quimioterapia o medicamentos de terapia dirigida.

Terapia de células T con receptores quiméricos de antígenos (CAR-T): Para este tratamiento, las células inmunes llamadas células T se extraen de la sangre del paciente y se alteran en el laboratorio para que tengan sustancias específicas (llamadas receptores quiméricos de antígenos o CAR) que les permitirán adherirse a las células de la leucemia. Luego se cultivan las células T en el laboratorio y se infunden de regreso en la sangre del paciente para que puedan buscar a las células leucémicas y atacarlas.

Se ha demostrado que esta terapia funciona en otros tipos de cánceres de la sangre, aunque aún no está claro si funcionará contra la leucemia mieloide aguda. Los investigadores continúan estudiando cómo se podría utilizar esta terapia para tratar la AML.

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

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Actualización más reciente: junio 5, 2024

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