Cuando comienza el nuevo año escolar, proteja a sus hijos asegurándose de que tengan todas sus vacunas al dÃa. De hecho, es posible que donde usted vive se requiera que los niños que ingresan a la escuela estén vacunados contra determinadas enfermedades. Consulte con el médico de su hijo(a), con la escuela o con su departamento de salud para obtener información al respecto. Mientras esté en eso, controle su propia cartilla de vacunación para asegurarse de estar protegido también.
Según los , los niños desde recién nacidos hasta los 6 años de edad necesitan vacunas para estar protegidos contra 14 enfermedades graves, como poliomielitis, sarampión y tétanos. Los niños y adolescentes de 7 a 18 años de edad necesitan recibir refuerzos porque algunas dosis de vacunas pierden su efecto conÌý el tiempo. Asimismo, es posible que tengan un riesgo mayor de padecer determinadas enfermedades como enfermedad meningocócica (meningitis) y necesiten la protección que las vacunas proporcionan. Para estar seguros, consulte con el médico de su hijo(a).
Cada año millones de niños son vacunados de manera segura. Los efectos secundarios más comunes normalmente son muy leves, tales como dolor o hinchazón en el lugar de la inyección.
La vacuna contra el VPH brinda protección contra el virus del papiloma humano (VPH). El VPH es la causa principal del cáncer de cuello uterino y de otros tipos de cáncer. El VPH también es la causa principal de las verrugas genitales. Al protegerse contra el VPH, la vacuna brinda protección contra estos cánceres y contra las verrugas genitales.
Tanto los niños como las niñas deben vacunarse a la edad de 11 u 12 años de edad aunque las series se pueden empezar a colocar a partir de los 9 años de edad.Ìý Los niños más grandes y los hombres y las mujeres jóvenes también pueden obtener beneficios. Consulte las recomendaciones completas de la Sociedad Americana Contra El Cáncer para la vacuna contra el VPH.
Para más información sobre la vacuna contra el VPH, visite la página cancer.org/VPH
La mejor forma para evitar contraer gripe es vacunarse. Los CDC recomiendan que todas las personas de 6 meses en adelante se vacunen cada año, excepto en casos muy excepcionales. Generalmente, las personas que no deben vacunarse con la vacuna contra la gripe son aquellas que han tenido en el pasado una reacción grave a dicha vacuna o a algún ingrediente de la misma. Las personas que han tenido SÃndrome de Guillain-Barré deben hablar con su médico sobre la vacuna contra la gripe, al igual que las personas que tienen una alergia al huevo. Los CDC afirman que algunas personas con alergia a los huevos pueden vacunarse de forma segura. Y hable con su médico antes de ponerse la vacuna contra la gripe si no se siente bien.
Las personas con ciertas condiciones médicas, como el cáncer, tienen un riesgo alto de padecer complicaciones relacionadas con la gripe. Esto hace que sea aún más importante que los pacientes con cáncer, los sobrevivientes y quienes les cuidan se vacunen contra la gripe estacional (información disponible en inglés). Los pacientes con cáncer y los sobrevivientes que creen que tienen gripe o que han estado cerca de una persona con gripe, deben llamar a su médico de inmediato. Los médicos no pueden curar la gripe, pero pueden recetar medicamentos antirretrovirales que pueden ayudar a que se mejore más rápido. Si está en tratamiento activo para el cáncer, consulte con su médico antes de vacunarse contra la gripe.
Los adultos también necesitan tener las vacunas al dÃa, no solo por su propio bien, sino también para mantener saludables a los niños y a los adultos mayores que estén cerca de ellos.
Qué vacunas necesita depende de su edad, estilo de vida, salud, los viajes que haga y el historial de sus vacunas. Los CDC dicen que la mayorÃa de los adultos pueden necesitar vacunas para:
Algunos adultos también pueden necesitar vacunarse contra:
El mejor procedimiento es preguntarle a su doctor qué vacunas son adecuadas para usted.
Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society
Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.